A muchos les puede parecer un problema complicado, pero tan solo se trata de un problema de lógica; es decir, de puro sentido común. Dicen que marcó el camino a este tipo de problemas de entretenimiento. Los más exagerados atribuyen su paternidad a Einstein; no crea que sea así, ni tampoco que solo el 2 % de la población sea capaz de resolverlo.
Consta de tres premisas y una serie de quince pistas a partir de las cuales se tiene que contestar a una pregunta: ¿De qué nacionalidad es el dueño del pez?
Las premisas son las siguientes:
1. En una calle tenemos cinco casas alineadas de distinto color.
2. En cada casa vive una persona de distinta nacionalidad.
3. Cada uno de los propietarios bebe una bebida distinta, fuma una cierta marca de cigarrillos y tiene diferente mascota.
Las pistas que nos llevan a la solución del problema son:
1. El británico vive en la casa roja.
2. El sueco tiene un perro como mascota.
3. El danés bebe té.
4. La casa verde está a la izquierda de la casa blanca.
5. El dueño de la casa verde bebe café.
6. La persona que fuma Pall Mall cría pájaros.
7. El dueño de la casa amarilla fuma Dunhill.
8. El dueño que vive en la casa del centro bebe leche.
9. El noruego vive en la primera casa.
10. El hombre que fuma Blend vive al lado del que tiene gatos.
11. El dueño que tiene caballos vive al lado del que fuma Dunhill.
12. El hombre que fuma Blue Master solo bebe cerveza.
13. El alemán fuma Prince.
14. El noruego vive junto a la casa azul.
15. El hombre que fuma Blend tiene por vecino al que solo bebe agua.
Por tanto, lo dicho: ¿Quién es el dueño del pez?
Un acertijo de puro sentido común. Solo se necesita papel y lápiz, pues la información de apoyo necesaria se encuentra incluida en las pistas.
Una pregunta extra, aunque de menor importancia, sería: ¿Podría haber sido Einstein en el siglo XIX el autor de este acertijo? Quizás sea más fácil atribuirle otra famosa frase, muy aplicable también a este caso: “Lo más importante es no dejar de hacerse preguntas”.
Ver solución en: “Una habitación, dos cuerdas, un mechero y 45 minutos».
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A continuación mostramos la solución al problema planteado en el artículo: «El problema del joyero y el acertijo del collar de la dama»
Lo primero que uno debe plantearse es: ¿cuántas operaciones son necesarias para unir los doce tramos de que consta el collar? La respuesta es muy fácil: 12 (tantas como huecos o tramos). Por tanto, la primera conclusión es que se necesitan tantas uniones como tramos. 
A partir de ahí, es muy posible que muchas de las respuestas coincidan con la cantidad de 1,80 $ (12*1,15). O lo que es lo mismo, utilizando doce eslabones pequeños que son los más baratos. Una solución a la que se puede llegar mediante distintas combinaciones; por ejemplo, abriendo los doce eslabones pequeños en nueve de las doce piezas y efectuando luego la unión completa. La realidad es que 1,80 $ no es la solución menos costosa, aún se puede conseguir por un precio menor.
La solución correcta sería abrir todos los eslabones (diez) de los dos trozos de cinco eslabones que tienen tres eslabones pequeños y dos grandes cada uno (señalados con una flecha en color «verde» en la figura). A continuación, para tener el collar completamente engarzado solo habría que unir cada uno de estos eslabones «sueltos» con los diez tramos restantes. Su coste sería de 1,70 $ [(3*0,15+2*0,20)*2], el mínimo posible.
El trastero de Palacio 