Santander y la Virgen del Mar

La Virgen del Mar es un poco de todo: historia, isla, playa, ermita, paseos y muchas cosas más. Se trata de una pequeña isla situada en las afueras de Santander con el litoral bañado por pequeñas calas y acantilados de gran altura que la protegen de las embestidas del mar Cantábrico. Está unida a la costa por una lengua de arena que en marea baja se puede cruzar a pie y cuando ésta no lo permite el paso se realiza por un puente peatonal.

Vista aérea de la isla de la Virgen del Mar

Una vez que cruzamos el puente nos encontramos con una pradera en pendiente, ideal para acomodarse con tranquilidad y disfrutar de un buen día de playa; gran cantidad de gente, sin apretujones para lograr su lugar preferido, se desperdiga por todo lo ancho formando un conjunto de lo más envidiable con el mar justo al lado.

En la parte media de la ladera se halla enclavada una hermosa ermita del siglo XIII que venera a la Virgen del Mar, patrona de Santander. A medida que se va subiendo, el terreno se vuelve algo más suave llegando al final de forma abrupta a una zona rocosa de gran colorido, muy escarpada por el fuerte oleaje y la erosión, salpicada de caminos estrechos que llegan hasta los acantilados, en algunos casos de más de 30 metros de altura, desde donde se pueden admirar las hermosas vistas que los rodean y sus grandes olas rompientes.

Grandes acantilados de la zona norte de la isla

Para todos aquellos que prefieran la cásica mezcla de arena y mar, entre la costa y la isla se extiende una pequeña playa que cuando la marea comienza a subir desaparece y obliga a desplazarse hasta la pradera si se quiere seguir gozando del día. En ningún caso entorpece el baño y además permite continuar con el resto de actividades: una buena comida sin que falte la tortilla, pasando por las partidas de cartas o la tertulia, la música y demás aficiones lúdicas, que unido a la vida contemplativa conforman un panorama ideal.

La isla se puede recorrer con facilidad a través de los senderos que la circundan y en un día claro, que los hay y muchos, se pueden apreciar con nitidez: hacia el este, la parte alta de la ciudad de Santander y la costa de Monte y el faro de Cabo Mayor; y al oeste, la Costa Quebrada que se extiende hasta las dunas de Liencres, con vistas a la playa de San Juan de la Canal en Soto de la Marina y más a la derecha la isla del Castro en la playa de Covachos, una de las playas nudistas más reconocidas de la región y a la que es obligado acceder a pie para poder admirar su conjunto de gran belleza.

Vista general de la playa, la pradera y la ermita.

La Virgen del Mar es una zona muy visitada, no solo por su paisaje y playa, sino también por su significado en las tradiciones y religiosidad cántabras. Unos días antes de su festividad como patrona de la ciudad de Santander, la imagen de la Virgen se traslada en procesión nocturna con antorchas encendidas desde la ermita hasta la Parroquia de San Román y más tarde, en su día grande, también en procesión presidida por el Obispo y el Alcalde de la ciudad, es devuelta por la mañana a su lugar de origen. Ese mismo día, a todas las personas que se encuentran en la isla se les invita a una comida al aire libre, que ofrece gratis el Ayuntamiento de Santander, con el tradicional cocido montañés y una sardinada; para continuar por la tarde con distintas actividades y finalizar con una romería típica.

Sin embargo, aunque parezca un contrasentido, sigue siendo un lugar bastante desconocido para los visitantes que llegan hasta la capital de Cantabria; salvo en épocas muy concretas, apenas se producen aglomeraciones al disponer de un espacioso aparcamiento y una gran extensión de terreno para poder ubicarse.

La playa de la Virgen del Mar vista desde la pradera

Por último una breve reseña sobre su historia y origen:

En 1979 la Virgen de Nuestra Señora del Mar fue proclamada oficialmente Patrona de Santander por el entonces Obispo, Monseñor Juan Antonio del Val. La fiesta de la Virgen del Mar se celebra siempre el Lunes de Pentecostés; es decir, 51 días después del Domingo de Resurrección. Por ello, la jornada en el calendario varía cada año en función de cuando termine la Semana Santa.

La imagen de la Virgen del Mar es una talla gótica que data de finales del siglo XIII o principios del XIV. Se trata de una figura de 55 centímetros de altura, sentada en un sitial bajo con el Niño sobre sus rodillas en la parte central.

Una tradición cuenta que la Virgen apareció flotando sobre una tabla entre las rocas de la costa por lo que podría tratarse de una talla de una nave o “Virgen de galeón”, que así se llamaban las imágenes que llevaban los barcos. El hecho de que estas imágenes iban sujetas por un vástago al barco hace pensar que la nave podría haberse hundido y el mar haber sacado a la costa la imagen. Otra tradición cuenta que los vecinos quisieron construir un santuario dedicado a la Virgen en el lugar de Rostrío, no muy lejos de la actual ermita pero más lejos de la costa, más los materiales acopiados durante el día eran devueltos misteriosamente durante la noche al lugar donde había aparecido la imagen y que en la actualidad ocupa la ermita.

Día grande de la festividad de la Virgen del Mar

La ermita fue fundada a finales del siglo XIV por D. Gonzalo Fernández de Pámanes. Existe un antiquísimo Voto a cumplir por parte del Cabildo catedralicio y del Ayuntamiento de la villa en el lunes siguiente a la Pascua de Pentecostés, aunque se ignora el suceso o sucesos catastróficos que dieron origen al mismo. Dicho Voto se sigue cumpliendo en la actualidad. Popularmente, y desde hace siglos, la imagen de la Virgen del Mar ha ejercido un extraordinario influjo en la ciudad de Santander. A su presencia acudían tripulaciones de barcos tras las angustias sufridas en el mar. Durante las terribles pestes que asolaron a Santander a partir del siglo XVI queda documentada la bajada de la imagen a la villa, y estancia en ella, para solicitar su maternal protección contra la enfermedad. En el año 1.590 fue robada por unos piratas cuyo barco naufragó frente a Castro Urdiales y más tarde, descubierta flotando sobre las aguas del mar, fue devuelta acompañada de una gran procesión hasta Santander.

Desde el año 1994 hay constituida una Hermandad con sede en San Román de la Llanilla, que es heredera de la ya existente en el año 1.489. Esta Hermandad pretende ser un instrumento que ayude a mantener viva la devoción y la tradición de la Virgen del Mar.

En resumen, la Virgen del Mar es un rincón de gran belleza natural, un lugar ideal para pasar un día de descanso con la familia o los amigos, un buen baño, una zona tranquila, comida, una buena siesta bajo la sombrilla y ……….. hasta la caída del sol.

2 Responses to Santander y la Virgen del Mar

  1. Roberto Pamanes Fernandez dice:

    Hermosa historia de la Virgen del Mar.

  2. Mari Carmen Merino De Paz dice:

    Hace unos días estuve en Santander, hacía cerca de 20 años que no había ido , mis padres eran de allí, después de visitar antiguos lugares me acercaron a la virgen del mar, estábamos muy cerca pero yo no lo conocía, cual fue mi sorpresa al llegar quede fascinada el sitio me enamoró, es un lugar precioso, visite la ermita, pasee por sus acantilados y me bañe en su playa, fue maravilloso me sentí feliz, relajada y encantada de haber visto ese lugar, volví al día siguiente, y en cuanto tenga la oportunidad volveré otra vez 😍😍😍

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