«Climas». André Maurois

Climas de André Maurois describe con prosa inigualable las vivencias de una persona atrapada en sus propias contradicciones. Su yo interior frente a su yo externo; la diferencia entre lo que hace y lo que no quiere que le hagan, entre lo que quiere y lo que realmente desea. Eso si, siempre que no le apliquen esa «medicina» a sus propias circunstancias. Una historia de amores e ilusiones que, una vez conseguidos, las dudas que le atormentan le llevan en busca de otros deseos. Escrita con una prosa medida, sin sobresaltos, espléndida, es todo un clásico de la literatura. Una obra psicológica más que una novela de amor.

SINOPSIS
Philippe, hijo único y heredero de la industria familiar, persona introvertida, relata en una larga carta a su segunda esposa la frustración sufrida en su primer matrimonio con Odile, una joven caprichosa y mundana a la que abandona por celos y las continuas sospechas sobre su conducta. Philippe creía haber encontrado en Odile el «ideal» de mujer que tiene creado en su subconsciente, pero nada sucede como hubiera deseado.

Después de separarse, Philippe conoce a Isabelle, retrato opuesto de Odile, con la que se casa de nuevo. Esta vez será el propio Philippe quien hará pasar a su joven y reciente esposa por los mismos tormentos y sufrimientos que él experimentó en su matrimonio con Odile.

Años más tarde, Isabelle sentirá también la necesidad de plasmar en un diario íntimo la amargura de su fracaso matrimonial. De un Philippe que mantiene con ella la misma actitud que Odile había tenido con él: un  ser cruel, egoísta e infiel. Un Philippe orgulloso al límite que pasará de una mujer a otra en busca del amor absoluto y perfecto, pero que se tropezará con los celos, el desamor y la incomprensión.

André Maurois plantea el tema del amor desde la perspectiva de los prismas masculino y femenino. Considerada como su obra maestra, Climas, gran novela psicológica, es la búsqueda inútil de algo que tal vez no exista: la felicidad en una relación amorosa perfecta.

Carta de Philippe a Isabelle
Climas es una novela dividida en dos partes y dos narradores. La primera es una carta que escribe Philippe a Isabelle, su segunda mujer, antes de casarse con ella. Después de haber puesto fin a su matrimonio con Odile, su primera esposa, se siente en la obligación de confesarle el amor, y sobre todo la pasión, que sintió por ella y como esa pasión le marcó. Le habla de la Odile que busca vivir la vida según lo que su corazón le dicte; la Odile coqueta, provocadora y seductora en una sociedad parisina en que hombres y mujeres podían tener amantes, donde se toleraba la infidelidad como un mal necesario, pero en la que abandonar la casa y al marido era una falta «mayor». Una Odile que refleja aquella que Philippe quiso ver y quiere recordar, pero que no calcula bien el alcance de su juego. Un Philippe que idealiza a la mujer con la que quiere compartir su vida, al tiempo que le confiesa su propio yo y sus debilidades. Acostumbrado a la paz de su soltería, le cuenta a Isabelle como los celos ocuparon su lugar.

Carta de Isabelle a Philippe
La segunda parte de Climas es una carta de Isabelle, ya viuda, a su marido muerto. Philippe fue para Isabelle lo que Odile para Philippe: un marido insatisfecho que le es infiel y despierta sus celos. Una relación que repite, cambiando los papeles, la habida entre Odile y Philippe. Solo que ahora el seductor es él, es el infiel que hace sufrir a su esposa. A pesar de estar muy enamorado, su desconfianza y temor le harán sufrir, le harán víctima de un juego de afectos no correspondidos, creando una atmósfera asfixiante hasta límites insospechados. Isabelle asume el rol de la mujer que se debe a todos menos a sí misma porque cree que no se merece nada, hasta que en un momento dado decide cambiar.

André Maurois, nacido en Elbeuf en 1885, es el pseudónimo literario, que luego legalizó como nombre propio, del escritor francés Emile Herzog. Hizo sus primeros estudios en el Instituto de Ruán, donde tuvo como profesor al célebre filósofo Alain (pseudónimo del pensador Émile-Auguste Chartier), quien ejerció sobre él una influencia tan profunda como duradera. Después de licenciarse en Letras, pasó a dirigir la fábrica textil de su padre. La guerra mundial de 1914-18 hizo de Maurois uno de los oficiales de enlace entre las tropas francesas y británicas, una situación que aprovechó para escribir su primera obra: «Los silencios del coronel Bramble» (1918), seguida más tarde de «Las paradojas del doctor O’Grady» (1921), ambas de un humor exquisito y éxito fulgurante. Ya famoso ingresó en la Academia Francesa en el año 1938, y durante la segunda guerra mundial se marchó a Estados Unidos, donde ejerció como profesor en el Mills College de California y se dedicó a dar ciclos de conferencias. Climas (1928) fue su cuarta novela, a la que siguieron muchas más en su larga y extensa carrera literaria. También destacó por sus incursiones en el terreno histórico: Historia de Inglaterra (1937), Historia de los Estados Unidos (1943) e Historia de Francia (1947). Murió en 1967.

Climas se gestó de una forma curiosa. Cuando la Revue de París, una conocida revista literaria publicada entre 1829 y 1970, le pidió que escribiese una novela, André Maurois pensó en utilizar como argumento la aventura de un amigo suyo que había sufrido un síncope cuando se encontraba de manera accidental en Marruecos, y al que el médico le anunció que apenas le quedaban unas horas de vida. Entonces, el enfermo, viendo que la vida se le escapaba, llamó a sus amigos más íntimos y les contó la desgraciada historia de sus amores con tres mujeres. Una despedida en la que no había más que arrepentimiento, muchas lágrimas y una aventura inacabada. Pero la muerte no llegó y su amigo después de recuperarse no tuvo más remedio que seguir con su vida. Cuando Maurois leyó lo que había escrito sobre la despedida de su amigo, se dio cuenta de que dos de las mujeres eran reales pero la tercera era un personaje que había inventado en su momento para conjugar la historia. De ese relato inacabado fue donde salió el corazón y la historia de Climas. La reescribió bajo unas nuevas premisas: suprimió el tercer personaje ficticio, realizó algunas correcciones, le dio mayor vigor a los personajes reales, eliminó un matrimonio de conveniencia (algo que en realidad sucedió, pero que no le impuso a Philippe después de la muerte de Odile), y le dio a Isabelle un toque de mayor parecido con su primera esposa. También eliminó algunas frases que le parecían demasiado cursis y cambió toda la segunda parte que transformó en una confesión de Isabelle. Siempre negó que su novela tuviera algo de autobiográfico y parece que así fue. Maurois escribió más tarde: «De esa manera, y no porque lo hubiera a imaginado desde un principio, Climas tiene ese aspecto de tabla de dos caras que algunos han elogiado por su originalidad y otros han criticado por su artificial simetría». Y se preguntaba: «¿Es esta novela una pintura fiel de lo que es el amor?», para contestar: «Que juzgue un enamorado. Yo no puedo decidir».

Climas, a pesar de haberse publicado en el año 1928, no es una historia romántica pasada de moda, no es una historia de amor aunque muestra sus varias caras, es más bien un análisis de las emociones en determinadas circunstancias.

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