El Infierno es… ¿exotérmico o endotérmico?, una pregunta con causa

De cuando en cuando conviene incluir algún post salpicado de humor. Hay quien dice que es un hecho, aunque lo ponemos en duda, que durante un examen se les preguntó a los alumnos si el Infierno era exotérmico o endotérmico para lo cual tendrían que aplicar la ley Boyle-Mariotte. Respuesta que desarrollaremos a continuación, pero antes, por si sirve de referencia o ayuda, hagamos una breve reseña de dicha ley, que seguro muchos estudiantes aún recuerdan.

La ley de Boyle-Mariotte, formulada de manera independiente por el físico británico Robert Boyle (1662) y el francés Edme Mariotte (1676), relaciona el volumen y la presión de una cantidad de gas mantenida a temperatura constante. En concreto dice: “La presión ejercida por una fuerza química es inversamente proporcional a la masa gaseosa, siempre y cuando su temperatura se mantenga constante. O lo que es lo mismo: “Si el volumen aumenta la presión disminuye, y si la presión aumenta el volumen disminuye”. O dicho de manera más sencilla: “A temperatura constante, cuando aumenta la presión, el volumen baja, mientras que si la presión disminuye el volumen aumenta”. En el gif animado de la figura (Fuente: Wikipedia) se puede ver el comportamiento de un gas siguiendo la ley citada.

Vayamos entonces a la pregunta que parece se hizo en un examen trimestral de Química en la Universidad de Toronto:
¿Es el Infierno exotérmico (desprende calor) o endotérmico (lo absorbe)?

Si bien la mayoría de los estudiantes escribieron sus comentarios acerca de la ley de Boyle, hubo uno cuya respuesta dejó desconcertado al profesor, quien quiso compartirla con sus colegas. Esta fue su contestación:

“En primer lugar necesitamos saber en que medida la masa del Infierno varía con el tiempo. Para ello hemos de conocer a qué ritmo entran las almas en el Infierno y a que ritmo salen. Tengo sin embargo entendido que, una vez dentro del Infierno, las almas ya no salen de él. Por lo tanto, no se producen salidas. En cuanto a cuántas almas entran, veamos lo que dicen las diferentes religiones. La mayoría declaran que, si no perteneces a ellas, irás al Infierno. Dado que hay más de una religión que así se expresa y dado que la gente no pertenece a más de una, podemos concluir que todas las almas van al Infierno. Por tanto, con las tasas de nacimientos y muertes existentes podemos deducir que el número de almas en el Infierno crece de forma exponencial.

Veamos ahora como varía el volumen del Infierno. Según la Ley de Boyle, para que la temperatura y la presión del Infierno se mantengan estables, el volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas, existiendo dos posibilidades:

1. Si el Infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de almas, la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que éste se desintegre.
2. Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la de la entrada de almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el Infierno se congele.

¿Qué posibilidad es la verdadera?:

Si aceptamos lo que me dijo Lucía en mi primer año de carrera (‘hará frío en el Infierno antes de que me acueste contigo’), y teniendo en cuenta que me acosté con ella ayer noche, la posibilidad número 2 es la verdadera.Doy por tanto como cierto que el Infierno es exotérmico y que ya está congelado.

El corolario de esta teoría es que, dado que el Infierno ya está congelado, ya no acepta más almas y está, por tanto, extinguido… dejando al Cielo como única prueba de la existencia de un ser divino, lo que explica por qué, anoche, Lucía no paraba de gritar «¡Oh, Dios mio!”

Cuentan que dicho estudiante fue el único que sacó sobresaliente.

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